Venezuela - Crítica a las Unidades de Producción Familiar (UPF) y a la pequeña propiedad en Venezuela, ni eficiencia ni socialismo.

Posted by Nuestra publicación: on miércoles, febrero 25, 2015






Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO_ALEM)



“Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y transmiten directamente el pasado” Carlos Marx 1.

Bajo la consigna de “Comuna o Nada” 2, Chávez dejó en manos de Maduro la “consolidación del socialismo”, pues, es en “las comunas donde se engendrará el mismo”. Esta concepción política se reafirma por medio del Plan de la Patria 2013-2019, ya en una dimensión económica, específicamente en sus puntos: 2.3.2.1; 2.3.2.4; 2.3.2.6 y 2.3.2.7 3; donde explicitan el “desarrollar”, “fortalecer”, y “promover” el Sistema Económico Comunal (SEC), así como también, “promover y registrar” todas las formas estipuladas en la ley del SEC, respectivamente. El presidente Maduro subraya en sus “12 líneas estratégicas del gobierno revolucionario” dicho compromiso, donde en su línea 4 expresa “incrementar la capacidad de producción nacional…” y ¿cómo? Por medio de “las empresas públicas, las empresas de propiedad social (EPS) directa e indirecta o mixta…” y en su séptima línea asume la responsabilidad dejada en sus manos por Chávez, como lo es, “la incorporación a la lucha por la construcción de las comunas, Comunas o Nada” dice Maduro. Es así como el gobierno bolivariano deja muy claro cuál es el papel de las comunas y del SEC en el desarrollo de la “sociedad socialista venezolana” y el desarrollo de sus fuerzas productivas.

El SEC es una propuesta económica que acompaña la organización comunitaria en comunas desde los consejos comunales, donde se reconocen, se financian y promueven organizaciones socioproductivas como: Empresas de Propiedad Social (EPS) y las Unidades de Producción Familiar (UPF), entre las más destacadas e impulsadas por el gobierno bolivariano a través del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Movimientos sociales, así como también a través de bancos como, el Banco del Pueblo y BANDES, entre otros.

Si bien el SEC promueve el desarrollo de la propiedad social, es decir, la socialización de los medios de producción y por tanto del control de los productores sobre los excedentes, esta socialización se ve limitada cuando se impulsa desde la pequeña propiedad, y además denota una gran contradicción entre propiedad social y propiedad familiar. Cabe preguntarse, cómo una UPF (propiedad familiar, por tanto, privada) puede ser al mismo tiempo propiedad social. Es propiedad privada, pues, los hijos son los garantes de que las riquezas perduren en la familia. 4

También, la pequeña propiedad y su financiamiento a través de la UPF es capital que se disgrega en las limitantes del desarrollo de la pequeña propiedad, a saber:

Bajo desarrollo de las fuerzas productivas

Es decir, la UPF produce con un Tiempo de Trabajo Necesario (TTN) mucho mayor al Tiempo de Trabajo Socialmente Necesario (TTSN), a mayor TTSN tendremos como consecuencia altos costos por unidad de producción. En el mercado el precio de las mercancías se mide por la cantidad de TTSN que requiere la mercancía para ser producida, a mayor tiempo más alto el costo, debido a que al entrar en competencia con los mismos productores de la rama, estos buscarán de alguna manera abaratar los precios de su mercancía, ¿cómo? Tecnificando el proceso de producción, adquiriendo tecnología de donde podrá (el capitalista) exprimirle más mercancías en menor tiempo al trabajador. Recordemos que la ganancia del capitalista está en la cantidad de plusvalor que pueda sacar al obrero, he allí la clave del porqué producir más mercancías en menor tiempo, es decir, que si un obrero de una fábrica de mermeladas, producía en 8 horas 8 mermeladas, con el uso de la máquina, este mismo obrero en 8 horas podría producir 16 y hasta tres veces más mermelada en las mismas 8 horas, a esto llama Marx plusvalía relativa. En palabras de Shaikh:

“(…) una vez que un método de producción más eficiente ha sido puesto en práctica, se registran cambios importantes en la competencia capitalista. Ello es debido a que las primeras firmas que adopten el nuevo método están en posición de bajar sus precios de venta para desplazar a sus competidores y ganar participación en el mercado. Debido a ello, todas las firmas enfrentarán una ronda de precios en caída que puede amenazar la existencia de aquellas unidades productivas que se desenvuelven con métodos más atrasados.” 5

Por otra parte Jaques Governeur nos indica que:

“También es importante comprender que las diferencias en las técnicas (grado de mecanización) en la calificación o intensidad del trabajo (…) afectan la productividad del trabajo (la cantidad de mercancías producidas por hora de trabajo) y, por consiguiente, el valor unitario de las mercancías (el número de horas de trabajo por unidad producida): cuanto más productivo sea el trabajo, menor será el valor unitario de las mercancías).” 6

Veamos un ejemplo hipotético: La familia Rodríguez (Padre, Madre, hijo e hija) producen artesanalmente mermelada de guayaba. Esta familia, cocina las guayabas, envasa a mano, etiqueta a mano y sale a competir en un mercado con la empresa “Frutas Silvestres” la cual posee alta tecnología para el envasado y cocción de las guayabas y todo su procesamiento para transformarla en mermelada, además de poseer transporte para llevarlas al mercado y ser colocadas en los anaqueles donde será comprada por los consumidores. ¿Quién cree usted que ganará está competencia en el mercado y además abaratara los precios de su producto? ¿Hay que decirlo? De acuerdo a lo explicado antes, esta competencia la ganará sin mucho esfuerzo la empresa “Frutas Silvestres”, dejando a la familia Rodríguez en la “dinámica del rebusque”, donde quizás podrá vender a precios competitivos con la empresa antes mencionada a costa de sacrificar el pago (¿salario?) a sus empleados-familia, así como también, el seguro social, fondo de ahorro obligatorio de vivienda (FAOV), prestaciones y demás beneficios propios de los derechos de un trabajador, es decir, aquí tenemos a un trabajador precarizado, sin pensión, ni jubilación futura, nada que envidiarle a un trabajador de Mc Donalds. En esta etapa es en donde sale el camarada y me cuestiona diciendo “es que la familia Rodríguez no es capitalista y por ello el estado la financia a través de los programas de impulso a los emprendedores como los Rodríguez, para eso tenemos nuestra ley del SEC y Min Comunas”. Aquí nos vemos obligados a entrar en un punto siguiente que no está separado de este.

Producción Mercantil No Capitalista (PMNC), por qué acumular capital, y ¿quién paga el financiamiento?

El camarada que nos impugnó allá arriba quizás tenga razón al afirmar que la familia Rodríguez no es capitalista, para ello pasaremos a caracterizar a la misma.

La familia Rodríguez según Governeur y su caracterización de la PMNC:

“Es de los trabajadores que son dueños de sus medios de producción, no compran fuerza de trabajo, es decir, no poseen asalariados, ni venden su fuerza de trabajo. Entonces estos productores no compran fuerza de trabajo, no desembolsan ningún “capital variable”. En cuanto a las sumas que desembolsan para comprar medios de producción, estas constituyen un gasto que debe recuperarse y no un “capital constante” invertido para obtener ganancia. El propósito de la producción no es obtener una ganancia destinada a la acumulación, sino obtener un ingreso destinado al consumo” 7.

Esta caracterización la hago discriminando a las pequeñas formas de propiedad que devienen en mecanismos de acumulación de capital y desigualdad social, esto, debido a que la características de los emprendimientos impulsados, financiados y fomentados por el gobiernos a través de las comunas y el SEC cumplen con las características arriba mencionadas. De ser así, la familia Rodríguez, por mucho que tenga sus medios de producción en carácter de “propiedad social” sus niveles de producción no le permitirán acumular capital para ser reinvertido en lo que la Comuna de acuerdo a su “plan de desarrollo” lo requiera, ni mucho menos en desarrollar las fuerzas productivas del país, además que la producción para el autoconsumo en esta etapa histórica es una regresión, un impedimento para el desarrollo de las fuerzas productivas. En palabras de Luxemburgo “representarían un retroceso desde la economía altamente desarrollada del capitalismo a la economía mercantil medieval.” 8

En este sentido, el financiamiento que haga el estado a estas UPF fungirá como ayuda social a dicha familia, más no como motor para cumplir con los objetivos trazados tanto en el Plan de la Patria, como en las 12 líneas estratégicas ni muchos menos con lo establecido en la ley del SEC.

También se le presenta otro problema a nuestra familia Rodríguez al no acumular capital, y es el hecho de pagar el financiamiento que el estado le otorgo. ¿Quién paga el financiamiento?

El pago de dicho financiamiento queda a la buena del universo, debido a que estos son dados por los bancos públicos arriba mencionados y en los cuales bajo la consecuencia política que puede acarrear embargar una UPF, pues el silencio es la mejor arma por parte del Estado, por ello, los casos donde estas UPF no pagan el financiamiento sobra y, denotan el bajo nivel productivo que poseen llegando hasta la precarización del trabajo y muchas veces hasta la quiebra de dichas unidades. O, para evitar dicha quiebra, pues, el Estado opta por el refinanciamiento y la puesta en marcha de un círculo vicioso.

Es así que podemos dilucidar de una forma más clara la necesidad que tiene la clase obrera a través del Estado que debe revolucionar, de concentrar y centralizar la propiedad para poder desarrollar industrialmente un aparato capaz de producir de manera eficiente y eficaz, para que a través de la inversión en la mecanización del trabajo en la gran industria (no en la pequeña propiedad, ni menos en la propiedad privada de las UPF) se haga menos forzado el mismo para los trabajadores y los niveles de productividad aumenten en aras de abaratar el precio de las mercancías, esto a su vez se traduciría en mayor facilidad de acceso a los bienes y servicios por parte de la clase obrera.

Luego de realizar una breve caracterización de las limitantes del desarrollo de las fuerzas productivas del país por medio de la pequeña propiedad materializada en el SEC, específicamente en las UPF, podríamos concluir que urge la necesidad de reorientar las fuerzas hacia un programa de desarrollo económico que nos permita forjar la nueva sociedad, pues, como nos recuerda Marx:

“Una sociedad no desaparece nunca antes de que sean desarrolladas todas las fuerzas productivas que pueda contener, y las relaciones de producción nuevas y superiores no se sustituyen jamás en ella antes de que las condiciones materiales de existencia de esas relaciones hayan sido encubadas en el seno mismo de la vieja sociedad” 9

Y por ello proponemos en palabras del camarada Sutherland:

“En la vía hacia la desalienación, la construcción socialista implica empujar dialécticamente el Capital hasta más allá de sí mismo y atizar sus contradicciones para desarrollar una sociedad que sea su más completa negación.

La negación del régimen de producción capitalista tiene por necesidad la exclusión absoluta de formas: premercantiles (el trueque de valores de uso), mercantiles (permuta de valores de cambio) y los demás tipos de producción mercantil a pequeña escala: cooperativismo, producción comunal, producción campesina-comunitaria, etc. La dictadura revolucionaria del proletariado, debe desechar por completo cualquier esfuerzo de reproducir o apoyar (con microcréditos, subsidios, compras estatales, etc.) la pequeña producción mercantil, incluso aunque ésta tenga como base la autosustentación dl productor (conuco) y el intercambio de excedentes secundario. Volver a cualquiera de esas formas arcaicas de producir es tratar de echar hacia atrás la rueda de la historia y condenar materialmente al fracaso la revolución en ciernes” 10

Hablamos acá de la concepción político económica del gobierno bolivariano en cuanto a la construcción de la sociedad de nuevo tipo, la sociedad socialista. Para ello es fundamental partir de la sociedad que tenemos, es decir, bajo que formas producimos y planificamos en la sociedad venezolana. Una economía rentista, una economía con bajos niveles de desarrollo de las fuerzas productivas, inserta, por supuesto dentro de la dinámica mundial capitalista de acumulación de capital, en otras palabras, una sociedad capitalista, si, y por tanto, una sociedad y un modo de producción que no puede ser trascendido por medio de discursos ni “al libre arbitrio” de los hombres que la conforman, es decir, procurando estadios superiores sin siquiera abolir el presente.

Seguir pretendiendo que bajo las formas de propiedad social de la pequeña propiedad se puede impulsar la sociedad de nuevo tipo en Venezuela es dar la espalda a las experiencias históricas y a los estudios científicos en base a esas formas de desarrollo superadas materialmente.




1 Marx, Carlos. El dieciocho brumario de Luís Bonaparte.
2 Vease “Golpe de Timón” http://www.minci.gob.ve/wp-content/uploads/downloads/2012/11/GOLPE-DE-TIMON-23-10-12-Web.pdf
3 Vease el Plan de la Patria 2013-2019 http://gobiernoenlinea.gob.ve/home/archivos/PLAN-DE-LA-PATRIA-2013-2019.pdf
4 Véase a Engels en “El origen de la familia, la Propiedad Privada y el Estado”. Editorial Cartago. 1975. P. 62 y 63. Donde hace mención a las razones económicas del origen de la familia monogamica tal cual la conocemos hoy.
5 Gigliani, Guillermo. Tasa de Ganancia y Macroeconomia. I Jornada de Economía Política. Universidad Nacional de General Sarmiento. 2007. P. 7
6 Governeur, Jacques. Los Fundamentos de la economía capitalista. i6doc.com. 2005.
7 Ibid.
8 Véase a Luxemburgo, Rosa. Reforma o Revolución. Fundación Federico Engels, Madrid. 2008. P. 71.
9 Marx, Carlos. Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política. Editorial Ocean Sur.2011. P. 113
10 Sutherland, Manuel. ¿Qué es la revolución socialista? Edit. ALEM. 2014. P. 115 y 116.